La Mujer y el Tabaquismo
- Mi Matrona
- 10 abr 2017
- 2 Min. de lectura

El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública; se ha demostrado que su consumo por mujeres es cada vez más frecuente. Cada año mueren 1.5 millones de mujeres por esta causa y esta cifra podría aumentar a 2.5 millones en 2030. Los fumadores y fumadoras son más propensos al cáncer, problemas cardíacos y respiratorios; fumar pone en peligro el embarazo y la salud reproductiva.
El tabaco también es causa de varios tipos de cáncer específicos de la mujer. Consecuencias en las mujeres por fumar:
Irregularidad en los ciclos menstruales y reglas a menudo más dolorosas.
Disminución de la fertilidad, puede aumentar al doble el tiempo para lograr un embarazo.
Los riesgos de tener un aborto espontáneo se multiplican 3 veces, puede ser mayor cuando se consume más de un paquete al día.
El tabaquismo es la primera causa de parto prematuro. El riesgo de presentar un embarazo extrauterino se duplica. Aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, de cuello del útero o de pecho. Enfermedades cardiovasculares como infarto, hipertensión, inflamación de arterias de los miembros inferiores y trombosis. Las consecuencias de fumar durante el embarazo son múltiples. La nicotina llega a la placenta y es absorbida por el feto (lo que se conoce como tabaquismo pasivo in útero). El riesgo del nacimiento de bebés con bajo peso, aumenta 2.5 veces. La nicotina, inhalada por el humo del tabaco, pasa directamente a la leche materna y afecta la salud del lactante.
Físicamente el tabaco es responsable de:
La aparición de arrugas
Un cutis menos resplandeciente, pálido y grisáceo
Aliento desagradable
Dientes amarillos
Mala cicatrización
Cabello opaco y débil
El hecho de no tener el hábito de fumar, no nos libra de las consecuencias del tabaco; hay evidencia de los efectos del humo en el organismo que padecen las llamadas ‘fumadoras pasivas’. Tanto si es fumadora activa como pasiva, es aconsejable adoptar una serie de medidas para evitar los efectos del tabaco en el organismo, tales como: aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, fruta fresca, verduras; practicar actividades al aire libre para favorecer la oxigenación del organismo; beber como mínimo 2 litros de agua al día para asegurar la hidratación y potenciar la eliminación de toxinas. Estos consejos contribuyen a disfrutar de una vida más saludable y mejorar nuestra salud. No olvides consultar a tu médico ante cualquier molestia y sigue sus recomendaciones.

























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